Bobok es un cuento corto que
media entre lo fantástico y lo real, la historia es básicamente que Iván
Iványch (protagonista-narrador) oye hablar unos muertos mientras meditaba en un
cementerio porque decidió no quedarse hasta el último momento en el entierro de
un familiar.
El texto tienen una fuerte
crítica social, incluso hay un aire tenso entre los muertos, porque entre ellos
hiede cuando realizan comentarios enérgicos, sin embargo, es interesante saber
que cada uno de los difuntos expone su posición crítica frente a la sociedad
que vivieron. Realmente es un texto reflexivo desde la posición que cada
difunto tiene hasta los pensamientos existenciales de Iván Iványch:
“Lógicamente
asombrarse por todo es absurdo, mientras que no asombrarse por nada es bastante
más bello y por alguna razón se reconoce como rasgo de buen gusto. Pero difícilmente
puede ser así en realidad. En mi opinión, no asombrarse por nada es bastante
más estúpido que asombrarse por todo. Al margen de esto: no asombrarse ante
nada viene a ser lo mismo que no respetar
nada. Además, un estúpido no sabe respetar”.
“Bobok” es la palabra con la
que los muertos despiertan, hace referencia a ese plazo donde la conciencia
sigue viva, a ese momento de debate que ivan Iványch alcanzó a percibir, algo
así como un tiempo superior después de la muerte. El texto es evidentemente reflexivo
y veremos que siempre hablaran las conciencias de los personajes dejando en un
segundo plano las descripciones espaciales.