El Cocodrilo de Dostoievski
contiene una situación absurda y patética, es descabellada la idea de pensar
que un ser humano pueda seguir viviendo en el interior de un cocodrilo, sin
embargo esto es lo que le ofrece más valor y lo hace más interesante. Por otra
parte, es indudable que este escrito, está directamente cargado de una crítica
al consumo y a la sociedad capitalista de la época.
Iván Matvéich, personaje
principal de la obra, es ingerido por un cocodrilo (que está siendo expuesto
por un alemán en San Petersburgo), de ahí en adelante la situación toma un
corte capitalista, tanto, que el cocodrilo adquiere un valor inimaginable por
este acto, y de lo cual se desliga lo demás, particularmente concerniente a
sobrevivir, incluso, Elena Ivánovna, la esposa del hombre engullido por el
animal, contempla el divorcio para así buscar una mejor opción matrimonial.
La situación es más absurda
pero más interesante cuando Iván Matvéich, decide vivir dentro del cocodrilo. Absurda,
porque afirma que la vida allí dentro es mejor y que todavía podría haber
espacio para su esposa y su mejor amigo, e interesante porque dentro de aquel
animal, él comienza a ver el mundo crítico, hasta llega a hablar de una
sociedad enferma, antinatural, incluso dice que podría darle una nueva historia
a la humanidad, reflexionando o tal vez desvariando, varias conjeturas que
tienen que ver con el humanismo y la posición del hombre con razón, sin dejar
de lado evidentemente el contexto capitalista que tanto peso tiene en la obra.
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